jueves, octubre 25, 2012

El otoño se resiste a entrar este año

Este año seco como nunca, no recuerdo ningún otro año como este, en el que el otoño se resiste a entrar con sus hielos y sus días fríos, añoro tu recuerdo. La vida poco a poco te va cambiando, me estoy volviendo más paciente y veo como todo va pasando y a uno también se le va echando el tiempo encima.
Este año septiembre fue bastante movidito en cuando a inquilinas se refiere, la rara se marchó y la que tenía que haber venido a ocupar su lugar no vino. La vasca que metimos en su lugar, no acaba de integrarse completamente, este año parece que han hecho mejores migas entre ellas, y prefieren mantenerme al margen, yo también lo prefiero. Así estoy un poco más tranquilo y buscando un poco de soledad y silencio para comenzar en una semana de nuevo con mis estudios.
Por lo demás está el tema bastante revuelto en cuanto a trabajo y demás, pero solo nos queda permanecer quietos y esperar a que pase el vendaval; creo que tenemos para rato, pero quietitos de momento y que no vaya nada a peor.
Por lo demás te extraño mi cumpleaños se acerca y como cada año esperaré tu mail de felicitación, es el que más ansío ese día. La distancia surgida se incrementa cada año un poco más; ya son nueve años sin tí, pero tu recuerdo permanece desde el día que me dijiste adíos. Esa distancia que pusiste en su día y difícil ya de romper, sueño con que un día desaparezca; difícil es e imposible prácticamente también pero con la esperanza vivo y sueño cada día.
Tu nombre y tu recuerdo permanecen cada día en el aire, el corazón y sus recuerdos, le pueden a una razón que pide ya el más absoluto borron y cuenta nueva.
El frío se va acercando y se va sintiendo; un invierno más en esta ciudad castellana se aproxima y tú permaneces en ella, oculta pero se que estás. Muestraté, llamamé necesito verte, sentirte.......


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