Tantos años de espera, y el azar quiso que te encontrara de nuevo, estabas mirando un escaparate de una zapatería, pero no sentí ganas de saludarte. No me apetecía tener de nuevo una conversación superflua contigo, creo que además tenía un poco deprisa. Intente seguirte pero de nuevo las cosas se torcieron y me fue imposible, no se como un güiri distrajo mi atención justo para que desaparecieras. Otro día será, pero creo que estas sola.
Me quedan tres días para marcharme a unas merecidas vacaciones, durante tres largas semanas, no me voy a ninguna parte, quiero descansar, porque menudo añito.
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