Si la apertura de este blog en su día comenzó por los recuerdos de mi ex, y como puse en varios post, mis recuerdos giraban una y otra vez en torno a ella. Siempre y durante estos siete años de separación soñé con encontrármela un día de casualidad por la calle y poder hablar con ella, ver como reaccionaba yo en ese reencuentro y ver como me sentiría luego.
Todo pasó el viernes 30 de julio, justo cuando acabé de escribir el último post de este blog, salí del trabajo, era viernes por la tarde, las calles céntricas a rebosar de gente comprando o simplemente mirando el tema esta fastidiado, y zas al girar una esquina me la encuentro, me podía haber puesto nervioso, pero no la vi como a otra más que hacía tiempo que no veía, no me atrajo en absoluto, esta un poco estropeada y ese look de rubia teñida no le favorece nada, no sé quien se lo habrá dicho pero no le queda bien. A ella la noté un poco nerviosa, después de la típica conversación absurda y de decirle que quedaba en sus manos un nuevo encuentro tranquilo, me dijo que quedaba en ella el llamarme, se que no lo va a hacer, pero me da igual. Puedo decir y digo que durante estos años en pocos momentos no he pensado en ella, pero al verla el viernes he visto que ella si que ha cambiado, ya no es la misma, se ha vuelto bastante falsa.
El viernes entre la marcha de la inquilina y este reencuentro me sentía un poco confuso, digamos que en el reencuentro apenas pensaba quería darle vueltas pero lo primero que no me atrajo lo más absoluto, salí de la conversación airoso, la ví un poco mal y eso quizás me alegro.
Después de esto años creo que estoy curado ya pensaba que la tendría siempre en la cabeza, y la tengo pero no a la Cristina de ahora, si no a la que conocí un día y de la que me enamoré, pero esa persona ya no existe, existirá siempre en mi cabeza pero no en la vida real.